Backup: el arte de desfondarte

El Estornudo
12 min readDec 5, 2019

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Legna Rodríguez / Foto: Cortesía de la autora.

Por Legna Rodríguez Iglesias

Por otra parte, las afinidades estéticas de una persona en muchos casos

dicen mucho más sobre la propia persona que sobre la obra de arte en sí.

Andrei Tarkovsky

Esculpir en el tiempo

Esto no se vale. Esto es una trampa. Esto se llama plagio. Lo que se plagia engorda. Lo que se plagia te hace más fuerte. Pero es diciembre en Miami, el mes de una cosa llamada Art Basel, una cosa pintoresca, una cosa muy encendida, jovial, donde todo el mundo quiere estar, donde todo el mundo quiere vender, a donde todo el mundo quiere pertenecer. A mí, que no estoy metida en nada y la vida social que hago se limita a mirar y a escuchar, me gustaría ir a algunas inauguraciones, de ser posible a cinco o seis. Pero lo que más me gustaría sería entrar a las fiestas. Quedarme en una esquina o detrás de una columna. Para después escribir. No hay nada como una fiesta para después escribir.

En una fiesta está todo lo que necesita un escritor. En una fiesta está lo mejor y por supuesto lo peor. Escribir sobre lo peor y escribir sobre lo mejor es lo mismo mientras ambas escrituras sean autosuficientes. Las fiestas de Art Basel también son autosuficientes, también son diferentes a tocar fondo. Yo, si algo toqué en Miami, fue fondo. Honda candonga, mondongo fondo. 2016, mondongo.

Mucha gente en Miami toca fondo, o por el contrario, no lo toca. Pero la mayoría sabe que existe esa zona muerta a la que ningún ser humano escapa aunque sea una vez en la vida aunque sea por unos segundos. Mientras se toca fondo la mayoría puede hacer algo que después logra reconocer como tabla de salvación. Tampoco hay nada como tocar fondo para después escribir. Un dato curioso: tocar fondo en Miami tiene lo mismo que la película Walker, de Tsai Ming-liang.

Escribir sobre fiestas y escribir sobre Art Basel podría ser frívolo o por el contrario, podría tener que ver con cierta tabla de salvación que he logrado reconocer, después de tres años justos, una tabla de madera dulce, no preciosa sino dulce. Pero no es de Art Basel que voy a escribir y tampoco sobre fiestas. El tiqui-tiqui-tiqui del teclado del teléfono es casi imaginario. Al parecer ni siquiera voy a escribir.

En el 2016 lo hice para un libro que sería presentado en el Art Basel de ese año. El libro reúne la colección de arte de Jorge Pérez, o parte de ella. No conocía a Jorge Pérez y por supuesto no me interesaba conocerlo. ¿Qué puede decirle un billonario a una persona esmirriada, enjuta, fondo del fondo, insomne, analfabeta? Luego lo conocí y mientras nos saludábamos yo pensaba: «No seas incrédula, tú verás que ahora el tipo te recita un poema de Piñera». Afuera, mientras nos saludábamos, el viento levantaba los manteles blancos que cubrían las varias mesas. Sobre las mesas había unos manjares que incluían el caviar en tres modalidades.

Legna Rodríguez / Foto: Cortesía de la autora.

Sin embargo, cualquier persona puede decirle lo que sea a otra y al decirlo puede enseñarle algo. Incluso creo que cualquier persona puede pararse delante de otra y no decirle nada. El aprendizaje siempre depende del receptor.

Para escribir aquello me dieron algunas pautas: que debía dialogar con las obras incluidas en la galería; que debía ser cubana; que debía comprender Miami como solo alguien que ha emigrado (no) lo comprende; que debía escribir más o menos bien; que el texto debía ser de ficción. ¿Un poema es de ficción?

Legna Rodríguez / Foto: Cortesía de la autora.

Aprovecho el chance para recuperarlo (hacer update, si es posible) como un documento word de un disco de 3 y medio en una Pentium 4, como una acción performática de un artista que planea corregirse en su expresión. Se trata de un libro expensive, un libro que alguien que acaba de tocar fondo nunca podría adquirir. Lo copio para esos que tocaron lo que yo he tocado y para los que no han tocado lo que yo he tocado, en aras de que los lleve bien lejos de ahí:

Un retrato:

Es simple y concreto.

El hombre en concreto no existe.

Lo que existe es la idea del hombre.

Lo que existe es la noción de lo necesario.

Un imperativo: restablecer el ciclo.

El restablecimiento moderará la luz, sobre todo.

La luz, sobre todo, es simple y concreta.

Pregúntale a un hombre por qué necesita dormir.

¿Por qué necesita la luz?

¿Por qué necesita la falta de luz?

¿Por qué la luz y la falta de luz constituyen un modo de vida?

¿Por qué hay que construir algo?

¿Por qué una galería es una construcción?

¿Por qué una galería + una galería + una galería + una galería: grupo de túneles frente al mar, constituye un modo de dormir?

Modo sueño.

Modo terror.

Modo necesidad.

Modo aparato reproductor.

Modo aparato constructor.

Modo arquitectura.

Modo escultura.

Modo individuo.

La postura individual de un hombre es simple y concreta.

O se yergue , o se sienta, o se acuesta.

A veces erguido o a veces sentado, el hombre continúa siendo el mismo.

Acostado, el hombre cambia.

Con esfuerzo, no cambia.

El hombre que es el mismo en cada postura humana: túnel frente al mar, constituye un ejemplo.

La sociedad está compuesta por individuos y ejemplos.

El ejemplo a seguir, individuo u hombre, tiene fallas.

Las fallas ejemplifican su estado.

Las fallas forman parte de su constitución.

Pensamiento y sentimiento, ética y estética, arte.

Fuentes de energía.

Principio lógico-práctico del individuo.

Conducta del individuo frente a la sociedad.

Conducta lógica-práctica.

Conducta social.

Nombrar al individuo: no importa.

Describir al individuo: no importa.

Describir foto del individuo: no importa.

Copiar un enlace: no.

Un hombre es un enlace: no.

Un hombre es un espacio: sí.

Y un tiempo: sí.

Y una construcción: definitivamente.

¿Dónde nació el individuo?

¿Quiénes son sus padres?

¿Dónde nacieron sus padres?

¿Cuáles son sus raíces?

¿El individuo es un árbol?

¿El individuo es una casa?

¿Qué es un árbol y qué es una casa?

Melatonina, 5mg.

Para soñar el sueño americano hay que dormir.

Para dormir hay que controlar un ciclo.

Para controlar un ciclo hay que restablecerlo.

Para restablecerlo hay que producir suficiente melatonina.

Para producir suficiente melatonina hay que ayudar al cerebro.

El cerebro de un bebé no necesita ayuda.

El cerebro de un bebé se restablece a sí mismo.

Un paisaje:

Frente al exceso de información una información precisa.

Una información basada en la imagen de la información.

El pantano convertido en puerta, portón, picaporte, macramé, cortina, travesaño, umbral.

La ciudad situada entre los Everglades y el Océano Atlántico es también umbral.

Túnel frente a océano.

Locura.

El hombre sobre el pantano que teme al hundimiento, teme también al arte.

Porque no hay admiración sin terror.

Y no hay terror sin asombro.

Y no hay asombro sin curiosidad.

Florecimiento carnívoro del arte en una ciudad infantil que aún no cumple dos siglos.

Avasallamiento de la población urbana que suma cinco millones y más.

Individuo + individuo + individuo + individuo: ciudad.

Árboles de América.

Casas de América.

En una región pantanosa los elementos de la naturaleza son solo esencia.

Sociedad contra naturaleza, principio básico, sucumbe a la invasión de la palabra Arte.

Ahora o nunca, dicen los árboles.

Ahora o nunca, dice el individuo.

Que se hunda la casa, si tiene que hundirse.

Un exilio es una casa.

Asumir el exilio y construir un lenguaje del exilio.

Y construir la imagen del lenguaje del exilio.

Y construir la cultura de la imagen del lenguaje del exilio.

Y construir una tradición.

El país no es el paisaje.

El hombre no es el paisaje.

La palabra no es el paisaje.

Color, figura, movimiento.

¿Cuántos colores caben en un solo color?

¿Cuántas figuras caben en una sola figura?

¿Cuántos movimientos caben en un solo movimiento?

¿Y en un país, cuántos países caben?

Cabe, sobre todo, la posibilidad del caos.

La concreción del caos, para concretar.

La emancipación del caos, para emancipar.

La disidencia del caos, para disentir.

La revolución del caos.

Miami, 28 de julio de 1896.

Miami, puente.

Miami, éxodo.

Miami, playa.

Miami, río.

Miami, crimen.

Miami, guerra.

Miami, odio.

Miami, mafia.

Miami, amor.

Miami, Miami.

Llegué a Miami en enero por el aeropuerto de Miami.

No vayas al Northwest.

Y me fui al Northwest.

En el Northwest qué había, hombres.

Miles de hombres reales.

Esa es la realidad, un hombre.

Un espacio y un tiempo llamados Miami.

Constituidos por una sola palabra.

Donde se mueren y nacen hombres.

Donde se pierden y llegan hombres.

Donde un hombre duerme.

A Miami, en embarcaciones pequeñas.

A través del mar de cientos de años y más.

El mar del dibujo de un niño curioso que quería dibujar el mar.

Pero en vez de mar dibujó un pantano.

Pero en vez de pantano dibujó un desierto.

Tierra baldía, poema.

Tierra yerma con hombre sin hombre.

Tierra sola.

Tierra recompensada.

Tierra joven.

Legna Rodríguez / Foto: Cortesía de la autora.

Una abstracción:

A pocas millas de mí (individuo situado en Little Havana, Miami, Florida) hay una galería + una galería + una galería + una galería: grupo de túneles frente al mar.

Museo, Árbol, Casa.

Más de trescientos paisajes donde puedo colocarme y sobrevivir.

Más de trescientos retratos que soy yo, o mi madre o mi hijo.

Más de trescientas líneas curvas.

Me llamo Jorge Pérez y mi madre Jorge Pérez y mi hijo Jorge Pérez.

No soy solo la idea de Jorge Pérez sino la noción de la idea de Jorge Pérez.

Jorge Pérez en la copa del árbol.

Jorge Pérez en el pantano.

Jorge Pérez desnudo en la puerta de su casa.

Hablar de sobrevivencia es hablar de crecimiento.

Quien sobrevive, crece.

Quien sobrevive, coagula.

Las generaciones extranjeras asentadas en Miami coagulan en forma de empanada de carne, de café La Llave, de burritos de frijoles, de quesadillas, de jalapeño con queso.

Una maleta llena de paquetes de café, ese es el dibujo.

Hablar de sobrevivencia es hablar de los ciclones que arrasan con el pueblo haitiano.

Quien sobrevive a un ciclón, tiene varias opciones.

La idea de convertir un ciclón climático en ciclón tecnológico es una imagen que sobrevive al ciclón y a Haití.

El hombre sobrevive de nuevo

Miami sobrevive.

Lo que veo desde la puerta es un valle inmenso.

Lo que veo desde la puerta es un país.

Lo que veo desde la puerta es una galería infinita formada por pequeñas galerías infinitas que también son países infinitos formados por valles infinitos llenos de individuos específicamente sociales.

Veo humo, veo neblina.

La noción de aquello que no es precisamente lo que veo.

La noción de aquello que es más de lo que veo.

Preciso y difuminado.

Estructurado y desintegrado.

Apacible y trastornado.

Construido y destruido.

Árbol genealógico de la palabra Jorge Pérez.

Árbol genealógico de la palabra Miami.

Árbol genealógico de la palabra Arte.

La idea de construir y la noción de la idea de construir.

Y más allá del concepto la construcción en sí.

El agua, la arena, el cemento.

El pico, la pala, la espátula.

Construir espacios donde se mueve la idea.

Donde sobre todo se mueve el hombre.

Entonces es una isla.

No, es una península.

¿Dónde está la diferencia?

No manipular.

No manipular.

No manipular.

Apaciguar la manipulación.

Apagar el fuego de la manipulación.

Encerrar en cuatro paredes al hombre manipulado.

Quitarle el pantalón al hombre manipulado.

Quitarle la camisa al hombre manipulado.

Darle un poco de agua al hombre manipulado.

Mira, observa.

El poema de la emigración en un edificio libre.

El poema contra la manipulación en un edificio arraigado.

El poema de los carpinteros, los albañiles, los pintores, las brochas gordas.

El poema de nosotros contra nosotros.

El poema del espacio.

A veces, solo escaleras.

A veces, solo balcón.

A veces, solo el mar y ver las olas.

Ver los pájaros, los escombros, las embarcaciones.

Cualquier cosa que venga del mar me recuerda a mí.

Recordatorio, Miami.

Un collage:

Desde la copa del árbol, cabezas.

Las cabezas americanas y latinoamericanas e hispanoamericanas y más.

Más de 300 cabezas acicaladas.

Veo los sesos adentro de las cabezas.

Veo cabellos lacios.

Veo cabellos crespos.

Desde la copa del árbol, ojos, manos, piernas, muslos, nalgas, espaldas, cachetes, caderas, penes, vaginas, rodillas, tobillos, ojos.

Me miran y me preguntan cosas.

¿Tú quién eres?

¿Tú qué miras?

¿Tú qué hablas?

¿Tú qué compras?

¿Tú qué comes?

¿Tú qué escribes?

¿Tú qué borras?

¿Tú qué rompes?

¿Tú qué matas?

¿Tú qué quieres?

¿Tú qué necesitas?

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo Argentina, yo me llamo Brasil, yo me llamo Cameroon, yo me llamo Chile, yo me llamo Colombia, yo me llamo Costa Rica, yo me llamo Cuba.

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo República Dominicana, yo me llamo Inglaterra, yo me llamo Francia, yo me llamo Grecia, yo me llamo Haití.

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo Honduras, yo me llamo Hungría, yo me llamo Israel, yo me llamo Italia, yo me llamo Japón, yo me llamo México.

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo Marruecos, yo me llamo Nicaragua, yo me llamo Perú, yo me llamo Polonia, yo me llamo Portugal, yo me llamo Puerto Rico.

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo Rumanía, yo me llamo Singapur, yo me llamo Sudáfrica, yo me llamo España, yo me llamo Suiza, yo me llamo Ucrania, yo me llamo Reino Unido, yo me llamo Uruguay.

¿Tú cómo te llamas?

Yo me llamo Estados Unidos, yo me llamo Venezuela.

Y más.

Yo me llamo más.

Una idea del futuro.

La noción de una idea del futuro.

La fundamentación de una idea del futuro.

La concreción del futuro.

El futuro y el pasado en cuatro paredes hoy y hasta hoy.

Hoy es hoy.

Yo me llamo, sobre todas las cosas, Cuba.

Y mis padres se llaman, sobre todas las cosas, Cuba.

Mi dibujo es un hombre con el cañón de un revólver calibre 36 en las fauces de su boca.

Mi dibujo es un hombre apretando el gatillo.

En el dibujo, el gatillo es presionado por el pulgar.

Pero el hombre sobrevive a su pulgar.

El hombre es el pulgar mayor.

La mayor promesa, melancólicamente hablando.

Mi dibujo es un mural mexicano con cocodrilos.

Mi dibujo es una empanada de carne colombiana llena de gusanos secos.

Mi dibujo es un campo de fútbol argentino con la hierba negra y la pelota ponchada.

Los cocodrilos del primer dibujo mordieron la pelota del tercer dibujo.

Los cocodrilos de los Everglades van en busca de la empanada del tiempo.

Mi dibujo es un holocausto con cabezas judías en forma de corazones.

Corazones infantiles como los dibujos que uno hace cuando está enamorado.

Hay que estar enamorado para sobrevivir.

Hay que estar enamorado para postularse a presidente.

Hay que estar enamorado para crear una idea.

Sobre todo, si eres un hombre con el pantalón bien puesto, tienes que crear la idea.

Así, el desarrollo de las artes se ve manifestado y expresado y trastornado.

Coro de cabezas de hombres de países.

Canción de maldición.

Arte sobre arte sobre arte, maldición.

Así, la maldición del hombre desencadena púa.

Alambres de la memoria.

Alambique.

Petróleo.

Resina.

Púa.

Legna Rodríguez / Foto: Cortesía de la autora.

Una instalación:

Hola.

Se trata de la historia.

Se trata de un catálogo.

Se trata de la renuencia a quedarse sentado o parado o acostado.

Porque un hombre sentado o parado o acostado también es un hombre en movimiento.

A no ser que diga que no con la cabeza y los ojos. A no ser que se quede así hasta el mediodía.

Fijo en la melancolía de un país que no es país.

Hola.

Están masacrando personas en Francia.

están masacrando personas en todas partes.

Están poniendo bombas en todas partes.

Están muriéndose muchos hombres.

Y mujeres.

¿Se puede sobrevivir a la noción del caos?

Hola.

Es Miami desde Dadeland South hasta Okeechobee y más.

Es Miami desde la Pequeña Habana hasta la Pequeña Haití y más.

Es Miami desde la calle Ocho hasta el Down Town en un Toyota con un caballo de fuerza.

Es Miami desde el Down Town hasta un hombre esperando que amanezca en Government Center Station.

El hombre dibuja un niño con una lata de CocaCola en la mano.

El niño se toma la CocaCola y vomita.

En el dibujo no se ve el vómito, pero un dibujo es eso.

Hola.

La importancia de ese hombre radica en el futuro.

Porque vaya a donde vaya no importa de dónde vino.

Porque no vino de ningún lado.

No es de ningún país.

Algún día fue de un país pero ya no puede serlo.

Por eso el dibujo, el niño y la espera.

Una buena razón para decir Miami.

Hola.

Adjunto aquí.

Selección preliminar de obras.

Lista total de la colección.

Detalles importantes.

Todos.

Documentos confidenciales.

¿Secreto?

Para recordarte un par.

Largo de texto y alto de texto.

¿Secreto?

Libro como prisma.

Prisma a través del cual.

Espacio político.

Hola.

Hillary Clinton y Donald Trump hablándole a los koalas de Australia.

El presidente Obama sembrando flores verdes en su jardín.

Bernie Sanders duerme el sueño americano.

Tengo sueño, mamá.

Hola.

Wells Fargo me comió un dedo.

Dedo soy entre las artes, y en las artes, dedo soy.

Urbe.

Roles femenino y masculino.

Prólogo y epílogo.

¿Secreto?

Di no a la hamburguesa.

Contribúyeme que lloro.

Dos mil doscientas cuarenta y siete palabras son solo llaves de fango.

Cualquier duda no me llames.

Cualquier pena no te quejes.

Publicado originalmente en El Estornudo.

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Revista independiente de periodismo narrativo, hecha desde dentro de Cuba, desde fuera de Cuba y, de paso, sobre Cuba.

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